¿Te puedo llamar? 

Últimamente he leído que a la gente le molesta eso de que los llamen por teléfono, que si estás texteando y de momento cambias el chip y decides llamar es tremendo faux pas. Tal parece que si lo haces no te van a contestar y te van a poner en la página de Cheo. Todavía no veo el problema.

Mi pasión y mi profesión están formadas en el mundo de la escritura, pero aquellos que me conocen saben que me encanta hablar, así que cuando tengo la oportunidad no me privo. Y es que también el hablar con “mí misma” se hace un poco cansino.

Muchas cosas se solucionan con una simple llamada telefónica en vez de tropecientos mensajes. ¡Ojo! Soy fiel creyente de la importancia, en los negocios, de un “paper trail”, pero eso se puede hacer con un mensaje claro y escueto al final de la llamada. 

¿De a 10¢, 25¢ o collect? Foto por Luis Quintero.

¿De a 10¢, 25¢ o collect? Foto por Luis Quintero.

Me gusta escuchar a mi gente querida porque no es lo mismo leer un “estoy bien” a sentirlo, beberlo, masticarlo y poder hacer algo al respecto. No me valen las redes para saber de ti leyendo tu más reciente “status update” o lo que Facebook llama “What’s on you mind”. Mi deseo es escucharte y saberte feliz, si no lo estás también saberlo e intentar hacer algo al respecto, o simplemente estar ahí para ti.

Tengo amistades con las que hago “phone dates”, no todo lo que podemos o queremos porque también la vida y el tiempo nos traicionan, pero periódicamente hacemos “check in” para verdaderamente sentirnos conectados. No me gusta que el tiempo nos pase y no haber podido escuchar, decir y sentir, así que si te molesta que te llame, deal with it porque lo voy a seguir haciendo.

Y si hay alguien con quien no he hablado y quiere sacar unos minutos para conectar ya sea chismeando, recordando, riendo, llorando, haciendo planes o viendo un vídeo súper gracioso juntos, aquí estoy disponible.

Acompañamiento: “Why Didn’t You Call Me?” de Macy Gray.