¿Cuándo es un buen momento para hablar de la muerte?
¿En vida? o ¿Cuando llegue el momento de la muerte y otros tengan que tomar cartas en el asunto sobre lo que se hubiese querido?
No creo que hablar de la muerte la atraiga; tampoco es que hay que llamarla. Esa llega sola porque "a cada cerdo le llega su San Martín". Igual, me parece que es un tema ineludible al que es necesario dedicarle su momento.
Hace unos días mi santa madre, a la que llamo la voz de mi consciencia, me envió una carta certificada por su médico donde establecía sus últimos deseos. Esto viene de una conversación que habíamos tenido, y que ella tuvo con su doctora, sobre las cosas que desearía que se hicieran en El inevitable momento, cumpliendo así su voluntad. Pero no es lo mismo hablarlo que leerlo. Cuando recibí su carta me hizo mucha ilusión, porque todavía nos enviamos cartas por correo lento, pero cuando la abrí y vi lo que era dije: "Oh, I'm not ready for this". Y confieso que aún no la he leído. Pero me parece acertado que con la madurez, la sabiduría y la conciencia de que todos, con el favor de Dios, vamos pa' viejo, sepamos qué hacer cuando ya no estemos físicamente, y así la familia tenga un plan de acción trazado.
Igual de importante, todo indica, es dejar un testamento. Aunque pensemos que no tenemos ni dos pesetas, que todo irá a la familia o los hijos, de haberlos, etc., lo ideal es tener algo escrito y con el tiempo ir haciéndole el "upgrade" o el "downgrade". Pero mejor si tenemos algo "Signed, Sealed, Delivered (I’m yours!)".
En mi caso, no me gustaría que me conectaran o entubaran. Si caí en plancha no me traten de prolongar la agonía, ni la de la familia. Sí querría que donaran todo lo que puedan: desde mis órganos hasta la maranta de pelo. También pediría ser cremada y tirar mis cenizas al mar. Y ya que estamos, el día que yo parta a otros lares (donde los voy a estar esperando😉) en mi wishlist está el que celebren una fiesta. Que celebren que tuve una vida plena, que me bailé hasta los comerciales, que amé intensamente y que en la medida que pude, fui la mejor o la peor, pero nunca mediocre.
Quedan enterados. Si me da tiempo lo certifico pero como muchos dicen que si está en las redes es legit, pues aquí me tienen diciendo, una vez más, lo que tienen que hacer.
P.D.
En mi fiesta postmortem me gustaría que leyeran mi Discurso de agradecimiento, pero cambiando el final porque no quiero que el bombón se asuste y piense que lo voy a buscar por la noche😉.
Acompañamiento: “Volar” de Álvaro Soler.