Regalar un regalo ya regalado…
Yo soy partidaria de darle una nueva vida o una segunda oportunidad a las cosas, y también a las personas. Al igual que reutilizo las bolsas del supermercado hago lo mismo con las bolsas de regalo y, si quiero o necesito, con el regalo en sí. Cambio de postal o nuevo papel de regalo y listo. Un cambio de tarjeta de felicitación, papel de regalo y listo! Empieza el regifting.
Soy de las que periódicamente hace el dichoso declutter y organizo "el futuro tesoro de otra persona" en cajas para donar, vender, tirar (y también la de esconder y volver a guardar). Y soy la misma que tiene una caja de tesoros con regalos ya regalados para “pasar pa’lante” cuando la ocasión lo amerite.
Si es algo que no puedo devolver porque no me dieron un recibo de regalo, probablemente porque las personas no quería que lo cambiara o lo devolviera, conservo el regalo y se lo adjudico a alguien especial en el futuro. En raras ocasiones hago el disclaimer de “Mira, me regalona esto y te lo quiero dar en segundas nupcias” pero usualmente me limito a dar el regalo con mucho amor.
Honestamente no me siento culpable, ni ordinaria, ni mala persona. Pienso mucho en qué persona debe recibir el regalo y qué hogar sería apropiado para el regalo. En el fondo creo que no quiero tener que cargar con la culpa de tirar o donar algo al olvido…Prefiero que otro cargue con esa responsabilidad o problema. ¡Lo siento pero no lo siento!
Así que ahí lo tienen. Lo confesé, me siento liberada, y lista para recibir las miradas de intriga de mis amigas que intentan descubrir si el regalo es "original" o si lo saqué de mi caja de tesoros.
Al final, solo quiero que la gente sonría y sea feliz. Con todo y lazo refurbished. ¿O no que la intención era lo que contaba?
Acompañamiento: “Never Gonna Give You Up” by Rick Astley